Son las 7 de la mañana. Bayamo despierta este sábado en un amanecer igual, y a la vez diferente. Nuevamente el alba del primer día de mayocon su ímpetu patriótico, atesorará la más importante efeméride del movimiento obrero: el Día Internacional de los Trabajadores.
Esta vez el Sol no sorprenderá a la muchedumbre inundando las calles, ataviados con los colores de la Enseña Patria, pero lo harán en los balcones, en los portales, y los centros laborales abrirán sus puertas para dejar salir el optimismo, la confianza y la firmeza de un pueblo con ganas de desfilar pero disciplinado, e incapaz de renunciar a la fiesta por la celebración más universal, ya con más de un siglo de existencia.
Aquí, en esta tierra de osadía y bravura, que tiene el honor histórico de haber sido uno de los países que estrenó la celebración universal del Día del proletariado mundial, el Primero de Mayo de 1890, con un desfile pacífico convocado por el Círculo de Trabajadores de La Habana, ese festejo anual deviene espectáculo masivo, no por los derechos de los trabajadores, sino para ratificar el respaldo a la Revolución cubana y salvaguardar los derechos logrados.
Esta será también ocasión, ahora puertas adentro, forzados por la pandemia, para patentizar que la batalla económico-productiva continúa como prioridad del movimiento sindical, y en ella los trabajadores son los protagonistas; y para dejar emerger la estirpe del pueblo cubano y el privilegio de quienes hoy tienen las prerrogativas que les da la Revolución y el movimiento obrero cubano.
Es cierto que, en las calles, cuando la multitud marcha con pasos contundentes, pueden tocarse los sentimientos de la gente, reflejados en los rostros o en los puños en alto, pero ahora también habrá la posibilidad de percibir las emociones de todos, desde sus hogares o colectivos laborales, porque las motivaciones para festejar son muchas.
Cada hombre y mujer, el joven, el obrero, el campesino… corroborará su tránsito por la senda de la soberanía, su compromiso de fortalecerímpetus y reservas internas, para seguir resistiendo la embestida del bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de Estados Unidos.
Esta mañana luminosa será muestra de que la unidad rehabita hoy de un extremo a otro de la Mayor de las Antillas, y aunque cada cual dentro de casa, afiliados de todos los sectores de la economía y la sociedad funden su pensamiento y su corazón, se fusionarán en un solo gremio, el de los trabajadores cubanos que conmemoran su Día, con la convicción de desafiar y poder vencer todos los retos desde la prudencia y la razón.
Con información de La Demajagua
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