Recordamos los granmenses y todo el pueblo de Cuba el natalicio de esta excepcional mujer quien cumple este 9 de mayo 101 años de edad y decimos cumple porque aunque tenemos que admitir su desaparición física no nos resignamos a ello y la vemos viva en el desarrollo de la Revolución en el camino de la construcción de la sociedad socialista a través de los diferentes programas de desarrollo de la nación.
Desde su estancia en la Sierra Maestra supo enseñarnos la cultura del detalle y la muestra más elocuente de ello es la conjugación de lo funcional con lo estético cuando se edificó entre el camuflaje del bosque y las montañas el complejo que constituyó la Comandancia General del Ejército Rebelde en La Plata inaugurado de manera oficial el primero de mayo de 1958.
Su extrema sensibilidad humana la condujo a no descuidar la atención a la población en los territorios liberados, a las familias de quienes habían sido víctimas de la tiranía, a los niños huérfanos que perdieron sus padres.
Al triunfo revolucionario se dio también a la tarea de atender a los hijos de los soldados de la tiranía que habían caído en combate contra el Ejército Rebelde; ellos no tenían la culpa y era necesario, después de alcanzado el triunfo, sin rencores, con mucho amor y desinterés, atender a todos.
El pueblo de Cuba vio en Celia su paño de lágrimas y por decenas llegaban a sus manos cartas lo mismo agradeciendo un gesto que solicitando alguna ayuda. Ninguna carta dejó de ser atendida, ninguna queja personal, lo que constituye un ejemplo para los responsabilizados en estos asuntos de atención a la población en estos tiempos.
Gracias a ella, a través de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, se ha podido conservar importantes documentos de todo tipo, fotos y testimonios de gran valor, algo que tuvo su génesis durante la lucha en la Sierra pues en su mochila lo hacía.
En el aniversario 101 del natalicio de Celia Sánchez Manduley, la Heroína de la Sierra y el Llano, la Flor más Autóctona de la Revolución, quien colocó a Martí en la cima más alta de Cuba, el Pico Real del Turquino, el imborrable recuerdo de su pueblo.
Como el mejor homenaje es el diario cumplimiento del deber, hoy cientos de Combatientes de la Revolución Cubana asumen la tarea de producir alimentos en tierras de familiares o adquiridas en usufructo como Fidel, Raúl y hoy sus continuadores exhortan a que se haga.
Cuando se enfrenta la pandemia que azota al mundo y que no nos es ajena la sensibilidad de Celia está presente en esos hombres y mujeres que arriesgan su salud y sus vidas atendiendo pacientes de todo tipo para salvarlos de la Covid-19, está presente el ejemplo de Celia.
Por Radio Bayamo