La Federación de Mujeres Cubana en Bartolomé Masó de conjunto con especialistas de la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia y el acompañamiento del personal médico comunitario desarrollan acciones participativas en barrios y comunidades encaminadas a la prevención del embarazo en la adolescencia.
La provincia cubana de Granma finalizó el 2021 con un índice del 23.1% de embarazo en menores de 18 años de edad, resultado que la ubica por quinto año consecutivo como una de las de peores desempeños en tan importante indicador.
A esta realidad no escapa el municipio granmense de Bartolomé Masó independientemente de las acciones profilácticas llevadas a la familia y el entorno comunitario, lo que hace necesario una nueva avanzada en tan crucial combate, refirió Dilcia Acosta Núñez Secretaria General de la FMC en predios masoenses.
La campaña de prevención para evitar el embarazo en la adolescencia, que se extiende a todo el país, agregó, incluye en este territorio montañoso granmense charlas en familias con niñas y niños en estas edades, talleres comunitarios y encuentros con embarazadas, así como intercambios con estudiantes de centros internos y de otras instituciones educativas de las enseñanzas secundaria, politécnica y preuniversitaria.
Muchas son las temáticas que se abordan en estos intercambios, precisó Acosta Núñez, la mayoría de ellas guardan estrecha relación con la comunicación con los hijos, la promoción de métodos anticonceptivos y la importancia de acercar cada vez más a la familia y a la escuela consultas especializadas sobre estos temas.
Para hacer más efectiva la actual campaña de prevención de embarazo en la adolescencia que lleva a cabo la FMC con el apoyo de otros organismos locales en Bartolomé Masó, se valen del concurso de varios jóvenes estudiantes que fungen como promotores en escuelas y comunidades.
El embarazo en la adolescencia no solo acarrea secuelas físicas y psicológicas para las menores sino también frustraciones en el ámbito social y personal sin hablar de las desviaciones que muchas veces ello genera en la educación de los nuevos críos.
Es muy complejo que un joven en plena formación obtenga la madurez necesaria para conducir la vida de sus pequeños más cuando no cuenta con el apoyo de sus familiares y allegados.
Las mujeres cubanas tienen derecho a decidir sobre sus cuerpos y sus vidas, autonomía que se ejerce con mayor plenitud desde la óptica de una responsabilidad asumida desde edades tempranas en un entorno de confianza, respeto y comunicación.
Por: Radio Bayamo