El aniversario 147 de la muerte física de Carlos Manuel de Céspedes fue recordado en la Plaza de la Revolución de Bayamo con la habitual ceremonia de las banderas. Una de ellas, también conocida como la Bandera del Diez de Octubre, fue la que el independentista cubano enarboló en el ingenio La Demajagua en 1868.
Fue una coincidencia histórica que la conocida bandera de Céspedes entrara en la capital de la República el mismo día en que el Pabellón de España dejó de ondear sobre Cuba para siempre. La bandera mambisa entraba en La Habana como símbolo de la soberanía de nuestro país.
Hoy los granmenses recordaron el ejemplo de este insigne patriota, y su legado a la nación.
“Padre, en esta plaza, en tu momento de mayor gloria en octubre de 1868, gritaste Independencia o muerte, demostrando al colonialismo español, que no había entendimiento sin emancipación. Quienes llevan de ti el amor a la patria y a la independencia nacional, son hombres y mujeres de Patria o muerte, y ante tu estatua egregia, atestiguamos que la cultura y la nación cubanas serán preservadas inmaculadas ante cualquier intento anexionista”, expresó en sus palabras a los presentes Ludín Fonseca, historiador de la Ciudad Monumento Nacional.
El abogado revolucionario cubano, inició las guerras por la independencia en Cuba contra el régimen colonial de España proclamando el 10 de octubre de 1868 su determinación de independencia o muerte y la libertad de sus esclavos. Céspedes, primer Presidente de la República de Cuba en Armas, es considerado por todos los cubanos el Padre de la Patria.
Por: Lizet Márquez Gómez
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