Los sectores azucarero y cafetalero, cargan con algunos de los incumplimientos del período, entre cuyas causas se relacionan, también, la falta de embarcaciones y artes para la actividad pesquera, déficit de insumos y materias primas en algunas entidades, y en otras, falta de organización de los procesos productivos de cara las exportaciones.

Sin embargo, lo más importante de lo logrado en este período en el territorio, es el haber comenzado a sostener un programa de trabajo que en detalles tiene en cuenta las potencialidades generales, los posibles plazos de incorporación de nuevos rubros, las curvas de crecimiento de ingresos…

Al mismo tiempo, el territorio muestra referencias a sus homólogos cubanos en la sustitución de importaciones, con el uso de harina de arroz como extensor en las empresas cárnica, láctea y la pesca; ha identificado alrededor de 150 renglones que pueden ser comercializados con el turismo (ya se firman contratos), y estimula la producción de pienso animal y la utilización de fertilizantes y pesticidas de producción nacional.

La producción de postes eléctricos para la zona especial de desarrollo del Mariel y de mármol para instalaciones hoteleras y obras de la salud, se unen a bienes que tradicionalmente como el arroz, contribuyen a minimizar las compras en el extranjero.