En términos comunes la arcilla es un material natural que se encuentra en la superficie de la corteza terrestre que al ser mezclada con agua se hace más moldeable. Al secarse se torna firme y cuando se somete a altas temperaturas se obtiene como resultado un recurso permanentemente rígido denominado cerámica. Esta propiedad de plasticidad ha favorecido al ser humano desde la antigüedad, su vida útil puede sobrepasar los 100 años.
Este valioso material es el que hace posible el funcionamiento de la Empresa Productora de Materiales de Construcción del Poder Popular Unidad Empresarial de Base (UEB) Bayamo, Unidad La Cañada, conocida como El Tejar.
Antes del triunfo de la Revolución este establecimiento era propiedad de Pepín Collado, y en el año 1962 fue intervenida. Actualmente, sus productos se comercializan con empresas, como: Comunales, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Ministerio del Interior y otras entidades constructoras. Las personas naturales pueden adquirir macetas y búcaros en efectivo.
Donde todo empieza
“Primero se revisa y se escoge la arcilla en la cantera, se traslada para la empresa y se deposita en un lugar limpio de ahí se pone en el molino donde debe de estar tres horas continuamente. Luego la mezcla se vierte en las artezas, cuando está dura entonces se pasa a un cuarto húmedo en el cual se envejece, de ahí se saca ya lista para hacer cualquier tipo de cerámica artística o utilitaria”, explica Luis Jiménez Perea, quien actualmente es jefe de producción.
Jiménez Perea, con más de tres décadas de trabajo, creó junto a otros compañeros la línea de producción de cerámica utilitaria y artística.
Entre los principales productos que oferta El Tejar se encuentran además el ladrillo macizo y hueco.
En la fábrica le han dado una solución alternativa al déficit de combustible y energía eléctrica por el que atraviesa el país, con la creación de un horno con ventajas en relación con el tradicional _”Este tipo de horno se puede construir en cualquier lugar , preferiblemente bajo techo, el esfuerzo físico de los trabajadores disminuye , existe un área de quema más uniforme y consume mucho menos leña”, refiere el administrador Eduardo López Aguilar.
A pesar de las dificultades por las que ha atravesado está fábrica, ha logrado mantener la producción gracias al esfuerzo, la dedicación y el amor al trabajo de sus obreros, como dijera Silvio Rodríguez en su canción “solo el amor hace milagro el barro”.
Por: La Demajagua
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